Cuando se muere de amor y se resucita, con cicatrices nuevas,
nada vuelve a ser igual.
Se toma el café más caliente y cargado.
Se bebe el tequila doble y sin sal.
Lo mismo da cubrirse el corazón o dejarlo a la intemperie.
Se mira el cielo con un dejo de melancolía añeja y lagrimas que sin
salir se evaporan en la piel.
Las películas de amor nos parecen una comedia barata.
Cuando se muere de amor y se resucita con enmendaduras en el alma,
se fuma por disrtracción, se ahogan las penas en algún rincon, se pisan
las hojas secas para recordar que aun de lo caído y marchito nacen sinfonías.
Cuando uno muere de amor y resucita solo te das cuenta que el único superhéro
que existe eres tú y solo tú te puedes salvar.
Cuando uno muere de amor lo sabe.... es inevitable no volver a caer en la
tentación de amar de nuevo, total, no somos gatos también tenemos
siete vidas, ahora somos suicidas.